Cuando estamos bien, parecemos invencibles, invulnerables, nos parece mentira que en un segundo, en unas décimas de segundo incluso, podamos perderlo todo. Un accidente, una caída, un golpe y podemos dejar de ser tal y como nos conocemos. Nos asaltan otros sentimientos, otras reacciones, palabras inesperadas. Aprender a vivir con el miedo de poder caer y perder todo.